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19/3/21

Vyvyan Holland, el hijo de Oscar Wilde


Vyvyan Oscar Beresford Wilde, OBE (n. 3 de noviembre de 1886 – 10 de octubre de 1967), nacido en Londres, fue un autor y traductor británico. Fue el segundo hijo de Oscar Wilde y Constance Lloyd, después de su hermano Cyril.

Después de que Wilde fue declarado culpable de "ultraje contra la moral pública" y fuera encarcelado, Constance cambió su apellido y el de sus hijos por el de Holland.1​Se marchó con sus hijos a Suiza y los inscribió en un colegio inglés en Alemania. Vyvyan no fue feliz allí. Por esta razón y para mejorar su seguridad, se trasladó a Vyvyan a un colegio jesuita en Mónaco. Se convirtió al catolicismo y posteriormente asistió al Stonyhurst College, dirigido también por jesuitas. Sin embargo, su hermano Cyril permaneció en el colegio de Alemania.​ Tras la muerte de Constance en 1898, sus familiares solicitaron asistencia legal para evitar que Oscar Wilde pudiera volver a ver a sus hijos.

Debido a la aversión hacia su padre, Vyvyan Holland no fue admitido en la Universidad de Oxford,​ y en su lugar estudió derecho en Trinity Hall en la Universidad de Cambridge en 1905 pero se aburriría de sus estudios y dejaría la universidad en 1907.​ El 20 de julio de 1909, Holland acompañó al viejo amigo de su padre, Robert Ross, como testigo del traslado de los restos de su padre desde el cementerio de Bagneux Cemetery al Cementerio del Père Lachaise en París.

A los 22 años, Holland reanudó sus estudios de derecho y fue aceptado en el Colegio de Abogados de Inglaterra y Gales (Bar of England & Wales) del Inner Temple en 1912. Comenzó a escribir poesía y relatos breves. ​La primera esposa de Holland fue Violet Craigie, con la que contrajo matrimonio en 1913. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914 fue nombrado subteniente en el Cuerpo de Intérpretes, pero más tarde fue trasladado a la Batería 114, XXV Brigada de la Royal Field Artillery. Holland fue licenciado el 27 de julio de 1919 y se le otorgó la Orden del Imperio Británico. Su hermano Cyril fue abatido por un francotirador alemán el 9 de mayo de 1915 durante la Batalla de Festubert.

Se convirtió en autor y traductor. A comienzos de la Segunda Guerra Mundial, se le ofreció un puesto como traductor y editor en la BBC, puesto que desempeñó durante seis años. En septiembre de 1943, contrajo matrimonio con su segunda esposa, Dorothy Thelma Helen Besant. En 1947, Holland y Thelma Holland se trasladaron a Australia y Nueva Zelanda, ya que la señora Holland había sido invitada a dar una serie de conferencias sobre la moda de siglo XIX en Australia.​ La pareja residió en Melbourne de 1948 a 1952.

Su único hijo, Merlin Holland, se convertiría en editor, comerciante de cerámica y cristal y escritor, editando y publicando diversas obras sobre su abuelo.

Holland murió en Londres en 1967 a la edad de 80 años. (FUENTE)





Material disponible de Vyvyan Holland en #ArchivoPIETRO:

Foto del Instagram del Archivo https://www.instagram.com/archivolgbt/


El hijo de Oscar Wilde
de Vyvyan Holland
Ediciones Isla - Buenos Aires  - 1956

"Las lágrimas afloran sin caer frente al drama de la familia Wilde, cuando se repara en el martirio de dos niños inocentes y una madre admirable.
"Si este testimonio no tuviera más que el valor de un documento, tendría ya una importancia considerable, pero desde la primera línea se lo lee como una novela de Dickens o un cuento de Chesterton. El interés surge de la abundancia y de la índole de los detalles concretos. Los personajes descritos se alzan inolvidables a todo lo largo del relato, como un fresco donde se pintara el pasaje de un doloroso cortejo. Bastaría citar dos de los retratos incluídos: el del padre de Oscar Wilde, Sir William, oculista célebre, y el de la abuela del Gran escritor.
"Los rasgos de carácter, desconocidos hasta el presente, que se revelan en la obra, muestran en Oscar Wilde el ser más opuesto a aquel que el destino permitió.
Nos hacen sentir lo que podemos, tanto como lo que no podemos, ante la fatalidad que nos arrastra; lo que habríamos hecho de nosotros, si ciertas condiciones hubieran podido ser cumplidas. Nos muestran sin ostentación ni afectación que las peores catástrofes son debidas muy frecuentemente a un accidente, a una circunstancia exterior que nos pierde ante los ojos de los semejantes, mientras que en nuestro interior nos salvamos a causa de nuestra propia desgracia, con mayor seguridad que quienes caminan con la frente alta, colmados de honores, y con el corazón irremediablemente podrido,".
Marcel Jouhandeau.


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