¿Dos hombres y un biberón? se preguntaban en la Revista Gente allá por los 90. No tengo la fecha exacta de la nota pero, en el informe se habla de que la película "Filadelfia" había sido estrenada en Buenos Aires "el jueves pasado", por lo que deberíamos estar hablando de 1993 si no me equivoco. ¿Dos hombres y un biberón? Aun se nos tomaba en broma, el titulo de la nota remite a la clásica película homonima, emblema del "cine shampoo", paradójicamente, un tipo de cine en el que Tom Hanks (para el momento de Filadelfia) había circulado bastante. Ademas de un breve reportaje al actor, hay una entrevista a Roberto Jáuregui, un ser clave en la lucha de los derechos LGTTB. “En el Parlamento (Argentino) está un proyecto de ley para modificar la ley antidiscriminatoria e incluir en ella la orientación sexual para que la discriminación sexual sea penada igual que cualquier otra” contaba Jáuregui al periodista que firma la nota, Carlos Baudry, quien en una de las ultimas preguntas dice “Pero un travesti es una ambigüedad, un híbrido, un hombre disfrazado de mujer…” Si bien hemos avanzado en el camino, y la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario así lo demuestra, hay un sendero a seguir y tiene que ver con la Ley de Identidad de Genero. Al igual que el periodista, aun hoy persisten varios errores lamentables de aquella frase: -hablar de UN travesti y no de UNA, -la ambigüedad es una percepción, de todos modos, en los 90 ser ambiguo era lo que en el 2000 fue ser cool. Aunque un poco mas estigmatizado. -¿Hibrido? Ni siquiera es aplicable a las personas. –Y el tema del disfraz… Lo paradójico es la desesperación del ser humano por nombrar, la cantidad de palabras que se requieren para quizá, no hablar de nada.
La nota completa, de cuatro carillas, está disponible en la Biblioteca LGTTB “Oscar Hermes Villordo”.
Pietro
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