Ha pasado un año del frío, del llanto, de la espera, de la noche en vela, de las agresiones, de la violencia en nombre de Dios, del fanatismo, de la ansiedad, del debate, de la burla...
Ha pasado un año, del calor dentro de la carpa de la CHA aquella madrugada, de la emoción ante ciertos discursos, de los abrazos con desconocidos unidos en el mismo festejo, de llanto pero por justicia, de la esperanza, de la plaza que no abandonamos y de la lucha en la que resistimos.
Y ha pasado un año de dos textos que escribí en aquellos días. Uno, previo a la Ley, y otro, inmediatamente posterior a la Ley. Vuelvo a compartirlos.
Ha pasado un año, del calor dentro de la carpa de la CHA aquella madrugada, de la emoción ante ciertos discursos, de los abrazos con desconocidos unidos en el mismo festejo, de llanto pero por justicia, de la esperanza, de la plaza que no abandonamos y de la lucha en la que resistimos.
Y ha pasado un año de dos textos que escribí en aquellos días. Uno, previo a la Ley, y otro, inmediatamente posterior a la Ley. Vuelvo a compartirlos.
Pietro Salemme
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