Buscar este blog

3/6/20

Carlos Mendes recordado por sus amig@s




El médico Carlos Mendes, autor de SIDA Y PODER comenzó sus investigaciones sobre el VIH en 1980. 




Carlos Mendes, médico, escritor Crédito: Gentileza Gustavo Pecoraro en LA NACION

https://www.lanacion.com.ar/sociedad/ahora-que-se-vive-sin-problemas-con-el-sida-los-pacientes-son-mas-invisibles-para-el-estado-nid1531746


Su reciente muerte, dejó huella en sus amig@s que en medio de esta pandemia con distancia social, dejaron sus testimonios en las redes. 

Escribe el escritor y activista Diego Tedeschi Loisa en su Facebook:
Carlos Mendes, amigo, compañero, activista LGBT+, médico, escritor, poeta, fotógrafo, militante fervoroso, con quien compartí tantos instantes que jamás se han borrado de mi corazón, se fue a otro plano.
.
Desde que lo conocí, en marzo 94, lo admiré profundamente, aprendí a desarrollarme como redactor con su dirección y también compartimos mucho: fiestas, comidas, me contrató de ayudante en trasplantes capilares y viajamos a un congreso LGBT+ en Rio de Janeiro (cuya experiencia inspiró algunos pasajes de mi último libro), y disfrutamos grandes momentos de activismo con Carlos Jáuregui –Gays DC tenía una oficina en la sede de Nexo—, con lxs compas de Nexo en múltiples actividades, y también en El Vahído.



Carlos era duro, pero justo. Era atento y suelto de mano. Era bien roca, pero querible. Carlos siempre buscó y dio amor. A su manera, pero yo lo sentí siempre así; por algo nos seguimos cruzando en la radio, en cenas en lo de Enrique y César, o a través de las redes y del wasap.


.
Carlos fue un inspirador, de esxs maestrxs de lxs que unx quiere siempre que lx aprueben con un “Muy bien, podés hacerlo mejor”. Esa era mi vara frente a este gran tipazo que me enseñó grandes cosas de la vida, como cuando recibía a una persona, que llegaba con un diagnóstico de VIH positivo, en épocas donde solo empezaba a usarse AZT (y sida era igual a muerte) y él les decía que no iban a encontrar un “Pobrecito”, sino un “Vamos, todavía”; recuerdo que una vez le dijo a alguien: “Ponete contento. Tu pareja no te amaba. Si te hubiera amado, no te dejaba. Aprovechó el diagnóstico positivo para dejarte. No lo merecías”. Así de concreto. Sin vueltas.



Siempre está presente en mis recuerdos y en mis charlas. Seguirá estando presente en mi memoria, en mi corazón.


Se fue este gran amigo, que una vez escribió un poema con versos como estos: “Y no quiero cortejos numerosos, ni epitafios de gloria, ni hipócrita gratitud fría y tardía. Quiero el amor hoy, ahora, en este día. En este otoño militante me muero más de pena que de sida, como le está pasando a tanta gente”.



Maria Luisa Peralta escribe en su muro:

En el muro de Diego Tedeschi Loisa me enteré de que el 1 de junio murió Carlos Mendes. Me hubiera gustado ir a despedirlo, pero en estas épocas no es posible.
Carlos fue un gran militante. Militante gay, militante del movimiento lgtb, militante por el vih/sida. Yo lo conocí como parte del Grupo Nexo, él era uno de los que hacía la revista NX, clave en los '90, antes de internet masiva y de la banda ancha. Escribía muchas notas serias y apasionadas, publicaba poemas suyos y tenía también una columna muy graciosa bajo el pseudónimo de Charlotte Menditeguy. Guardo las NX como parte del archivo político del activismo y también como parte de mi archivo personal de los afectos.
Además, ellxs armaron un centro de salud especialmente dedicado a la atención de personas con vih y con sida. Él era médico de profesión y además en ese centro de salud coordinaba talleres para personas positivas. Porque esos fueron años terribles por la falta de medicación (no sólo por los faltantes sino por lo que no existía) pero había mucha comunidad, mucha gente organizando espacios de encuentro y formas de circulación de la palabra.
Carlos fue para mí uno de esos gays más grandes que estaban ahí cuando yo empecé a militar como lesbiana, en el movimiento lgtb, fue uno de los que me recibió y me dio la sensación de haber llegado a algún lugar donde había otrxs como yo que ya habían estado haciendo cosas, construyendo historia, cultura política, una sensación de una comunidad.
Nos encontramos hace pocos años, compartiendo algún programa de radio donde él, amoroso y generoso siempre, decía una vez más cuánto había aprendido de nosotras las lesbianas, cómo le gustaba hablar con nosotras.
Una de las satisfacciones que he tenido fue que con Madreselva reeditamos en 2012 su libro Sida y poder, un libro potente, sensible, lúcido, indagador, creativo. Me da un enorme gusto haber puesto ese libro al alcance nuevas generaciones de activistas en vih/sida y personas positivas en general. Un libro que llegó por las redes del afecto, porque Héctor Leboso se lo recomendó entusiastamente a Leo Rodríguez, con quien trabajaba, y Leo me preguntó a mí qué me parecía que lo publicáramos, si lo conocía a Carlos. Fue un hermoso momento de encuentro militante y personal reeditar su libro y presentarlo en Brandon.
Lo recuerdo riéndose, también llorando, vivaz, comprometido, amable, con mucha inquietud intelectual, hacedor.
Lo recuerdo con un profundo cariño y necesitaba de alguna forma despedirlo.



No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Los Mas Visitados