Finalmente no se trata de una cuestión de género.
Sinceramente siempre pensé que las mujeres eran mas inteligente que los hombres. Pero es como todo, algunas si, otras no.
¿Qué tiene que ver Eva Peron o Gilda con el aborto? Por ahñi me perdí de algo. Lohana lo entiendo. Y la primera de la foto no se ni quien es.
Fuerzan la historia con cosas que no son.
Nena, Eva te iba a mandar a parir como coneja para el General. No seas tontita. Agarrá los libros, que muerden y es lo mejor que puede pasar: que muerdan, porque dejan marcas. Y se aprende.
¿Es posible tanta horfandad? Porque finalmente terminan siendo lo mismo que la Institucion Religiosa a la que van a mear a sus puertas o cagar en sus paredes: fanáticas, idiotas, ridículas. Como la Iglesia.
Como los "Putos Peronistas", rama marica de La Campora. Peron mandaba a cazar para mandarte a Devoto y en algunos casos, te mataba. Putito ignorante, tu militancia es asesina.
"Los IGNORANTES* nos han iguala'o"
Me da nausea tanta pavada. Porque estas pequeñas pavadas se cobran vidas siempre.
Y por supuesto que estoy a favor de la despenalizacion. Pero nunca del fanatismo y la estupidez de estas estampitas infames.
Tan a favor, que si encuentro a Marty Mcfly le encomendaría que logre que Juana Sosa Toledo aborte. Y que Eva Duarte se convierta en una gran actriz, que gane Oscars, y tenga un programa tipo Hola Susana o Almorzando for ever and ever and ever y que juegue a Hundir el Galeón con los televidentes o al Eva Bingo.
*licencia poética, Discepolo, gracias.
Pietro
PS: Idioterne (Los idiotas, en español) es una película dirigida por Lars von Trier en 1998, conocida por ser la segunda película del manifiesto cinematográfico Dogma 95. Es la segunda parte de la trilogía Corazón dorado, la que también se compone de Breaking the Waves y Dancer in the Dark.
La película muestra las grandes distancias que pretenden establecer Lars von Trier y sus compañeros con respecto a los objetivos del cine. En esta película, la improvisación no sólo es fundamental para el trabajo de los actores (ya que no existen guiones previos o ensayos, ni siquiera tiempos o lugares acondicionados para las locaciones), sino que además para el trabajo de montaje, que está prohibido con posterioridad y debe ser resuelto en el momento, en manos del camarógrafo, quien además de velar por el resultado in situ debe cargar con la cámara en los hombros como regla fundamental.
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