En dos noches de imparable lectura "La tigresa y el acróbata" me desveló pero de buena manera. Ya, luego de haber leído varios libros de la autora, y desesperado por ir a recorrer librerías de viejo para hacerme de los que faltan, debo decir que Sussana Tamaro me encanta, me fascina.
Hay constantes en ella, hay una linea muy espiritual y sin institucionalizar, un lazo intenso con la naturaleza, un mirar de igual a igual a todo ser vivo, una prosa sanadora pero que muchas veces te desgarra, que no tiene finales felices, pero que de algún modo compensa y que finalmente tiene los pies en la tierra, la tierra de este mundo con la historia de este mundo. Por eso a veces no resulta optimista, pero lo es respecto a las batallas individuales. Mostrando que las grandes luchas, generalmente se atraviesan en soledad, pero que en ese transito, aparecen siempre uno, dos, tres seres que nos acompañan durante un tramo, quiza años, quiza un instante.
En una nota, la escritora italiana, descendiente del escritor Italo Svevo dijo: “La tigresa y el acróbata” es una fábula contra el cinismo, para acaba con él. “Creo que he terminado mi legado espiritual y no creo que escriba más novelas, tal vez cuando tenga cien años".
¿Qué razones (o mas bien, excusas) tiene el Hombre para matar?
¿Cuales son las de los animales?
¿Qué es eso de mantener la especie, de seguir la manada, de reproducir la naturaleza de los padres mas que la de un@ mismo?
Hay muchas cosas en este libro que te estruja el corazón. Y los magníficos dibujos de Nirvana Jimenez lo vuelven un libro objeto (que con el perdón de los objetos, deberíamos denominar a algunos libros como Libro Sujeto)
Finalmente, las fotos no son mías, la del peluche es del blog https://librosyexcursiones.blogspot.com/ y las otras de la pagina de Planeta. La opinion, mia, claro.
Pietro
No hay comentarios:
Publicar un comentario