Que una gran cantidad de perfiles de app como Grindr
lleven como nik la palabra LEER
demuestra uno de los fracasos más modernos de la humanidad
LEER: el síntoma más triste de Grindr
Que una cantidad tan enorme de perfiles en Grindr lleve como nickname la palabra LEER no es una casualidad, ni una excentricidad: es un síntoma. Un síntoma de desgaste, de frustración, de desencanto. Pero sobre todo, es el reflejo de una contradicción muy honda dentro de nuestras propias comunidades.
En un espacio donde lo visual, lo inmediato y lo desechable son moneda corriente, que alguien tenga que poner LEER como advertencia, como súplica, como límite o como grito, revela algo triste: que ni siquiera entre quienes compartimos historias de exclusión, rechazo o violencia, estamos pudiendo mirarnos con respeto, con empatía, con la mínima humanidad que merecemos.
¿Cómo puede ser que una comunidad como la LGBT+, que ha luchado tanto y sigue luchando por el derecho a ser vista, escuchada, respetada, tenga que mendigar atención dentro de sus propios espacios? ¿Cómo puede ser que en lugar de cuidado, circulen la indiferencia, el silencio, la burla o el rechazo automático?
No se trata de romantizar Grindr, ni de negar lo que ofrece: un lugar para el deseo, el juego, el encuentro sexual. Pero sí se trata de preguntarnos qué tipo de vínculos estamos construyendo ahí dentro. Porque cuando el deseo se vuelve consumo, cuando el otro es solo un cuerpo a usar y descartar, cuando bloqueamos antes de pensar, cuando ni siquiera leemos, entonces no estamos ejerciendo libertad. Estamos repitiendo lo peor del sistema que nos aplasta.
LEER no debería ser un grito. No debería ser una alerta. Debería ser el gesto mínimo con el que entramos a cualquier vínculo, incluso el más casual. LEER es reconocer que del otro lado hay alguien. Que aunque sea solo para una charla, una paja o una noche, hay una historia, una subjetividad, una dignidad que merece ser leída.
Si lo olvidamos, si no somos capaces de ver eso entre nosotros, ¿qué clase de comunidad estamos siendo?
Pietro
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