Necesidad de libertad combina varios géneros -ensayo, poesía, epístola- pero el resultado final es una requisitoria no sólo contra los esbirros del gobierno y contra Fidel Castro, sino también contra la complicidad de algunos intelectuales -Gabriel García Márquez, el primero- y la indiferencia de otros tantos.
El principal cargo que les hace Arenas a sus colegas procastristas es que viven "libres y fuera de la isla". Es decir, defienden un régimen que no conocen realmente.
O, peor aún, conocen y por eso no se someten a él, lo que no les impide ser hipócritas propagandistas de sus supuestas virtudes. García Márquez es, sin lugar a dudas, el paradigma de esta posición, con su pluma siempre lista para explicar, justificar y exonerar a su amigo personal Fidel Castro. Es por ello que Arenas, jugando con las palabras, se pregunta si el best seller colombiano "esbirro o es burro".
Un ejemplo claro de la actitud de García Márauez hacia Cuba se produjo cuando en el año 2000 un niño de 7 años -Elián González- sobrevivió al hundimiento de la balsa en la cual su madre y otros cubanos desesperados intentaban huir del régimen lanzándose al mar. El pequeño fue rescatado por la guardia costera estadounidense y de inmediato se desató una batalla legal por su tenencia, ya que el padre permanecía en Cuba. Más allá de que sin dudas correspondía devolver al niño a su progenitor, el escritor colombiano se dedicó en esos días a escribir una nueva "novela": la de que la madre de Elián González era una pobre mujer que fue engañada con malas artes para subir a aquella balsa; es decir, buscó despolitizar el gesto de quien ya no estaba allí para poder defenderse. (Fuente)
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