La historia de cinco amigas que pasaron sus años escolares en una colegio de monjas y vuelven a reunirse décadas después se instaló finalmente en la calle Corrientes por una década para regresar en 2010 con el mismo elenco (Leonor Benedetto llevó adelante el personaje que hiciera la querida Susana Campos)
“Brujas” llegó en un momento donde las historias entre, de y sobre mujeres comenzaban a ganar territorio. Cine, teatro y literatura explotaron esos mundos. Como el caso de “Nosotras que nos queremos tanto” que no logró tanta trascendencia y que narraba el encuentro de cuatro hermanas distantes luego del entierro de su padre.
Vi la obra en repetidas oportunidades. Incluso la ultima versión en 2011. Volví a reírme y a llorar, porque tiene eso. Es como cuando antes se decía “Vamos a ver esta que es para llorar”. Uno agradece poder ver a Moria haciendo algo diferente (incluso para su carrera profesional fue una bisagra la obra) y también agradece y aplaude ver a esas actrices actuando, actrices que destilan teatro.
Hoy la obra me parece desactualizada respecto al tratamiento del personaje lésbico. La confesión está demodé. El lamento. La condena. Y si bien estas cosas siguen sucediendo, la calidad de personaje responde a otro tiempo. En “Brujas” la lesbiana es condenada, marginada, expulsada y nunca redimida. Una lesbiana calculadora, fría, con rasgos perversos y de maldad. Eso responde a otra época. De todos modos, disfruté de ellas, las actrices, mas que de la obra.
Pietro
ESTA ENTRADA LA PUBLIQUÉ ORIGINALMENTE EN MI TUMBLR EL 8 DE COTUBRE DE 2011
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